Calculadora de la pizza perfecta
Índice general
La física del horneado de una buena pizzaHornos de leña vs. hornos eléctricos¿Cuándo ir a una pizzería?El tiempo antes de la pizzaLa invención de la pizzaEl sorprendente caso de los tomates extremadamente asesinosLa pizza conquista el mundoPreguntas frecuentesLa pizza es uno de los platos italianos más reconocibles, si no el más servido en todo el mundo. Como es tan famosa, un grupo de físicos de EE. UU. e Italia aceptaron el reto de describir el proceso de cocción de la pizza perfecta utilizando la termodinámica. ¡Y lo consiguieron! Es más, sus resultados fueron confirmados por pizzaioli romanos que conocen todos los secretos del arte de hornear pizzas. Hemos convertido este estudio en nuestra calculadora de cocción de pizzas, para que ahora puedas calcular tú mismo cuánto tiempo debes hornear tu pizza. ¡Inténtalo!
La física del horneado de una buena pizza
No hace mucho, creamos la calculadora de panqueques perfectos 🇺🇸, donde te contábamos cómo los especialistas utilizaban los panqueques para comprender mejor las enfermedades oculares. ¡Ahora ha llegado el momento de hornear una pizza con los científicos!
En 2018, un grupo de físicos del
de Roma se asoció con el de la de EE. UU. para analizar y comparar distintas formas de hornear una pizza en dos hornos diferentes: de leña (de ladrillo) y metálico moderno (eléctrico).En su
de libre acceso, puedes encontrar una ecuación bastante complicada (afortunadamente, se basa solo en unos pocos principios termodinámicos básicos). Descubrieron que para calcular el tiempo adecuado τ para calentar una pizza con un grosor d; necesitas resolver la siguiente ecuación:a₁ × τ + a₂ × √τ = a₃ × d,
donde:
- a₁ - parte de radiación térmica de la transferencia de calor;
- a₂ - parte de conducción de la transferencia de calor; y
- a₃ - se refiere a la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de la masa y evaporar el agua.
Para quienes no estén familiarizados con la termodinámica, hay tres modos fundamentales de transferencia de calor en los sólidos: conducción, radiación y convección. Aquí, los físicos han ignorado la convección, suponiendo que solo tiene un efecto minúsculo en el tiempo de cocción.
Te preguntarás, ¿funciona esta fórmula? De hecho, ¡sí! E incluso proporciona resultados precisos. Para probar la ecuación, los científicos consultaron a los verdaderos pizzaioli de Roma, expertos en hornear pizzas. Les explicaron que a la temperatura óptima de 325 - 330 °C (617-626 °F) en un horno de leña, una pizza debería hacerse en dos minutos. Y, si te mueres de hambre, puedes aumentar la temperatura a 390 °C (734 °F) y reducir este tiempo a un minuto y medio. No dudes en comprobarlo con nuestra calculadora de cocción de pizzas. Solo tienes que suponer que una pizza romana tradicional tiene un grosor de unos 0.5 cm.
Un consejo práctico: ¡añade un poco de levadura para que la masa de pizza aumente su volumen! Esto hará que la masa sea más blanda y flexible
Hornos de leña vs. hornos eléctricos
En la sección anterior, hemos hablado sobre todo de los hornos de leña. Pero, ¿qué ocurre con los hornos eléctricos modernos? ¿Puedes utilizar la calculadora de cocción de pizza también en ese caso? Como se aplican los mismos principios físicos, la respuesta es sí, pero debes tener en cuenta que hay una diferencia principal. En los hornos eléctricos, la superficie de cocción es de acero, que tiene una conductividad térmica mucho mayor que el ladrillo refractario. Por eso, la parte inferior de la pizza se calienta mucho más rápido, lo que aumenta el riesgo de que se queme. ¡Seguro que no quieres comer carbón!
Sin embargo, ¡puedes hornear pizza como un auténtico pizzaiolo con un horno eléctrico! Estos sencillos trucos pueden servirte:
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La temperatura de la capa que separa a la pizza y la superficie de cocción debe ser de unos 210 °C (410 °F). Para conseguirlo en un horno de metal, debes ajustar la temperatura a unos 230 °C (446 °F).
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Para simular un horno de ladrillo clásico en tu casa, puedes insertar una placa de piedra refractaria en cualquier horno moderno (ver la imagen de abajo).
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Usa el modo de convección si tu horno lo tiene. Un horno de convección tiene un ventilador que ayuda a soplar aire caliente sobre la superficie superior de la pizza, cocinando los ingredientes uniformemente.
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Si tu pizza tiene muchos ingredientes ricos en agua (por ejemplo, verduras), primero cuécela normalmente en el horno. Luego, cuando la base esté lista, levántala con una espátula y mantenla otros 30 segundos para evitar que la base se queme mientras se cocinan los demás ingredientes.
Si no tienes suficiente paciencia en la cocina, considera la posibilidad de encargar algunas pizzas. ¿Cuántas? ¡Deja que nuestra calculadora de pizza party 🇺🇸 te ayude! Pero antes de llamar al restaurante, recuerda comprobar qué tamaño de pizza 🇺🇸 es más rentable.
¿Cuándo ir a una pizzería?
¿Existe un momento óptimo para ir a una pizzería? En realidad, sí lo hay. Estás a punto de aprender un secreto de los verdaderos pizzaioli. Tienes que comprobar el horario de trabajo de tu pizzería favorita y ver cuándo hay más gente. ¡Evita este horario! La razón es la eficacia del horno de pizza; tiene una capacidad limitada, por lo que solo puede haber un número fijo de pizzas cociéndose a la vez. Debes hornear una pizza romana durante unos dos minutos a una temperatura de 325 - 330 °C. Por tanto, si en el horno solo caben dos pizzas, el pizzaioli solo podrá preparar diez pizzas en 10 minutos como máximo.
Cuando hay mucha gente a la que servir, ese ritmo puede ser insuficiente. Ante condiciones como esta, algunos pizzaiolo utilizan un truco sencillo para aumentar su velocidad de producción. Suben la temperatura del horno. De este modo, tardan menos en hornear una pizza. Desgraciadamente, hay algunos inconvenientes. Los bordes y la parte de abajo pueden quedar un poco quemados (negros). A su vez, el tomate puede no cocinarse del todo. ¿Cómo puede una pizza así satisfacer el paladar de pizzeros profesionales como nosotros?
En resumen, debes ir a las pizzerías cuando estén medio vacías. Así te asegurarás de obtener una pizza perfectamente cocinada. Y no olvides dejar propina si te ha gustado la pizza. Nuestra calculadora de propinas 🇺🇸 puede serte de gran ayuda para dividir la cuenta si no estás solo.
El tiempo antes de la pizza
La pizza tiene una historia muy larga y rica. Debido a lo extendida y popular que es la pizza en todo el mundo, sus orígenes permanecen cubiertos bajo un velo de misterio y leyenda.
El primer alimento que se parecía en cierta medida a la pizza fue un simple pan plano hecho de harina de grano grueso. Nuestros antepasados solían hornearlo sobre una roca calentada con fuego durante el Neolítico, el último periodo de la Edad de Piedra.
El desarrollo posterior de esta proto-pizza tuvo lugar en la zona mediterránea. Se menciona en algunos textos del siglo VI a.C. que los soldados del rey persa Darío I horneaban panes planos con una cobertura de queso y dátiles sobre sus escudos de batalla. Los antiguos griegos difundieron este plato, un pan plano llamado Plakuntos, por todo el Mediterráneo, incluso hasta la ciudad de Nápoles. Los Plakuntos se cubrían con elementos comunes de la cocina griega: aceite, ajo, cebollas, hierbas, carne picada y pescados pequeños.
Cuando Nápoles cambió de dueño y se convirtió en una ciudad romana, los Plakuntos cambiaron de nombre. Los romanos la llamaron Placenta (nos preguntamos cómo se convirtió también en el nombre del órgano que nutre al feto). Virgilio, famoso poeta romano de la antigüedad, escribió en la Eneida:
"Eneas y sus jefes primeros y el apuesto Julo
dan con sus cuerpos bajo las ramas de un árbol alto,
y ordenan un banquete y disponen por la hierba bajo los alimentos
tortas de harina (así el propio Júpiter se lo inspiraba)
y colman de frutas silvestres el suelo cereal.
Aquí por caso, cuando todo acabaron y la poca comida les obligó
a hincar el diente en la delgada pasta de Ceres
y a violar con manos y audaces mandíbulas el círculo
de las tortas del destino, sin dejar siquiera los anchos cuadros:
"¡Vaya! ¿Hasta las mesas nos comemos?", exclamó Julo
y nada más, en broma."
La primera vez que la palabra pizza apareció en forma escrita fue en un documento del año 997 d.C. Era una carta al obispo de Nápoles con una lista de donativos que debían entregarse regularmente en la mansión del obispo. Entre ellos había 12 pizzas. El Obispo deseaba recibirlas cada Navidad y cada Domingo de Pascua. Sin duda, sabía celebrarlo como se debe 😉.
La invención de la pizza
La pizza, tal como la conocemos hoy, surgió en las calles de Nápoles en el siglo XVIII. Al principio, era un alimento básico de los pobres en las ciudades, en una época en que el número de ciudadanos napolitanos aumentaba rápidamente. Todos esperaban encontrar una vida mejor en una ciudad con un suministro constante de mercancías procedentes del comercio de ultramar. Por desgracia, solo unos pocos lo conseguirían. El resto se unió a un número creciente de mendigos o lazzaronis, llamados así porque su aspecto se parecía al del propio Lázaro.
Sin mucho dinero ni un lugar donde comer bien, buscaban constantemente otro trabajo extra. La pizza era la comida perfecta para ellos. Era barata y fácil de comer. Un hombre podía comprar un trozo a un pizzaiolo (pizzero callejero) y continuar por la ciudad mientras comía.
En aquella época, los ingredientes de la pizza eran: ajo, manteca de cerdo, sal, albahaca, caciocavallo (un tipo de queso), cecenielli (pescado pequeño) y tomates.
El sorprendente caso de los tomates extremadamente asesinos
Y no estamos hablando de la película. Puede que te sorprenda, pero los tomates no fueron un ingrediente básico de la cocina europea durante mucho tiempo. Llegaron a Europa procedentes de América tras el intercambio colombino. Al principio, se trataban como flores decorativas. Los ricos temían comerlas, pues corría el rumor de que eran venenosas.
La explicación más probable tiene que ver con los platos que utilizaban los nobles, que contenían grandes cantidades de plomo. El jugo ácido de los tomates podía disolver el plomo del plato, lo que significaba que el plomo llegaría a la comida e intoxicaría a la persona que comiera. Los pobres que comían en ollas hechas de madera no tenían esos problemas. Comían tomates a mansalva debido a su bajo precio y a la falta de otros productos.
La pizza conquista el mundo
Debido a las características de los primeros "pizzeros" y a su tomate "supermortal", la pizza no era considerada un verdadero alimento por las clases altas ni por los chefs de cocina. ¡Ni siquiera se mencionaba en los primeros libros de cocina italiana! Todo cambió en 1889. Poco después de la unificación de Italia, el rey Umberto I y la reina Margarita llegaron a Nápoles con el deseo de probar las delicias locales. Un pizzaiolo llamado Raffaele Esposito les preparó pizzas de 3 tipos: una con caciocavallo, manteca de cerdo y albahaca, la segunda con cecenielli y la última con mozzarella, tomates y albahaca.
Probablemente, ya habrás adivinado cuál fue el favorito de la Reina 😉. La reina Margarita se enamoró del tercer tipo de pizza, que recibió su nombre y sigue llamándose pizza Margarita. Este acontecimiento puso patas arriba la percepción que todo el mundo tenía de la pizza. Demostró a los nobles que la pizza era algo que incluso la familia real podía tener en sus mesas. Es más, la pizza se convirtió en un símbolo de la cocina italiana, al mismo nivel que platos como la pasta o la polenta.
A finales de siglo, los italianos empezaron su migración masiva a EE. UU., y la pizza migró con ellos. En 1905, Gennaro Lombardi abrió la primera pizzería estadounidense. Situada en Manhattan, Nueva York, ¡todavía sigue abierta! El restaurante cambió de ubicación, pero ¡sigue utilizando el mismo horno que en 1905! La pizza se extendió por EE. UU. y fue ganando popularidad constantemente.
Sin embargo, el verdadero auge se produjo poco después del final de la Segunda Guerra Mundial. Los soldados que regresaban a casa, que habían probado mucha pizza durante sus campañas en Europa, querían disponer en su patria de su nuevo plato favorito. Por suerte, a uno de ellos, Ira Nevin, se le ocurrió crear un horno de pizza de gas. Esto redujo los costes de producción y la dificultad de preparación, haciendo la pizza aún más accesible.
El último paso, que dio a la pizza el título de alimento más icónico del mundo, fue la apertura de cadenas de pizzerías. Pizza Hut, Little Caesar's y Domino's se fundaron a finales de los años 50. Papa John's se unió a este grupo en 1989.
¿Cómo hago masa de pizza sin levadura ni polvo de hornear?
Puedes utilizar una sencilla receta de dos ingredientes para hacer masa de pizza sin levadura ni polvo de hornear. Se puede hacer masa de pizza solo con harina leudante y un yogur griego. Para hacer la masa, tienes que:
- Mezclar partes iguales de harina y yogur.
- Amasar la masa hasta que quede suave.
- Extenderla con un rodillo, añadir los ingredientes y hornear como de costumbre.
¿Puedo hornear pizza sobre una bandeja de horno?
Sí, puedes hornear pizza sobre una bandeja de horno. Solo tienes que estirar o extender la masa de pizza en la bandeja, añadir los ingredientes y hornear según las instrucciones de la receta.
¿Cuántas calorías hay en una porción de pizza?
El número de calorías de una porción de pizza varía mucho según el tamaño, los ingredientes, el tamaño de la masa y el tipo de pizza. En promedio, una porción de queso normal contiene unas 250 - 300 calorías, pero pueden ser muchas más. Comprueba el envase o el menú del restaurante para obtener información específica sobre tu pizza.
¿Cómo recaliento la pizza?
Para recalentar la pizza, puedes utilizar el horno, el microondas o una sartén:
- horno: precalienta a 175 °C (350 °F), coloca la pizza en una bandeja y hornea durante unos 5-10 minutos;
- microondas: caliéntala en un plato apto para microondas durante 20 - 30 segundos por porción; o
- sartén: caliéntala a fuego lento con una tapa hasta que la masa esté crujiente.
Prueba a rociar la pizza con agua antes de recalentarla. Esto evita que la masa se seque.