Calculadora de depreciación

La calculadora de depreciación utiliza tres métodos diferentes para estimar la rapidez a la que disminuye el valor de un activo con el paso del tiempo.

Puedes utilizarla para comparar tres modelos: la depreciación lineal, la depreciación de saldo decreciente y la suma de dígitos, luego podrás decidir cuál te conviene más. Sigue leyendo para encontrar respuesta a las siguientes preguntas:

• ¿Qué es la depreciación y qué significa?
• ¿Cuáles son los métodos más habituales de cálculo de depreciación?
• ¿Qué es el valor residual?
• ¿Cómo calcular la depreciación? Especialmente, ¿cómo calcular la depreciación lineal? ¿Cómo calcular la depreciación de saldo decreciente y cómo calcular la depreciación mediante la suma de los dígitos?

Gracias a este artículo sabrás cómo calcular los gastos de depreciación y cómo calcular la depreciación acumulada.

Imagina que has comprado una computadora (ordenador) por un precio determinado. Al cabo de unos meses, decides que te gustaría venderlo. El problema es que no estás seguro de cuánto vale ahora. El valor presente de la computadora es sin duda inferior a la cantidad por la que la compraste hace unos meses. Un economista diría aquí que tu computadora se ha depreciado en los últimos meses. Así pues, podemos decir que el concepto fundamental de depreciación es reflejar la reducción del valor de un activo a lo largo del tiempo debido a factores como el desgaste y la aparición de productos nuevos y mejores en el mercado.

La definición más formal de depreciación dice que es el método de calcular el coste de un activo a lo largo de su vida útil. En contabilidad, la depreciación se percibe como un método de reasignación del coste de un activo material a lo largo de su vida útil. Para entender bien este enfoque, estudiemos la siguiente situación.

Cuando una empresa adquiere un activo tangible de gran valor (por ejemplo, maquinaria o vehículos), un gasto tan grande puede tener un impacto sustancial en la cuenta de ingresos anuales de la empresa. Así que, para omitir los cambios bruscos en las cuentas, la compra de activos caros se suaviza en los libros contables presentando el activo como un gasto a lo largo de su vida útil. Esto significa que cada año, solo una parte del valor de un activo se contabiliza como gasto corriente. Este enfoque permite a la empresa repartir uniformemente los costes a lo largo de todo el periodo de uso.

En la práctica, se utilizan varios métodos diferentes para calcular la depreciación. Estos métodos pueden basarse en el paso del tiempo o en el grado de utilización que experimenta el activo. Los siguientes métodos de depreciación pueden aplicarse a distintos tipos de activos materiales:

• depreciación lineal;
• método degresivo o de saldo decreciente;
• método de doble saldo decreciente o degresivo doble;
• depreciación por anualidades;
• método de suma de dígitos;
• método de depreciación por unidades producidas;
• método de depreciación por unidades de tiempo;
• método de depreciación de grupo; y
• método de depreciación compuesta.

Ten en cuenta que al final de la vida útil de un activo, el importe total de su depreciación será idéntico, independientemente del método de depreciación que se aplique. Lo único que varía en los distintos métodos de depreciación es el momento (la cantidad de dinero que se amortiza en los periodos más pequeños).

En la parte siguiente de este texto, nos centraremos en la descripción de los tres tipos de depreciación más utilizados: la depreciación lineal, la depreciación de saldo decreciente y la suma de dígitos de años de depreciación. Vamos a prestar atención, sobre todo, a las fórmulas de depreciación y a la explicación detallada de cómo calcular el valor de la depreciación con cada una de ellas.

Como ya se ha mencionado, el valor residual (valor de salvamento) es la cantidad estimada de dinero que valdrá un activo tras el número previsto de años de uso. Obviamente, en la vida real, es imposible predecir con exactitud el valor de salvamento exacto de un activo tras un número determinado de años.

Esto significa que el valor residual es solo una aproximación. Sin embargo, en contabilidad, esta aproximación es solo un marcador temporal, porque cuando vendes un activo, si el dinero recibido por él es superior a su valor neto contable (valor inicial menos la depreciación acumulada), tendrás que registrar una ganancia en la venta. En cambio, si vendes un activo por debajo de su valor neto contable, tendrás que registrar una pérdida en la venta.

Ten en cuenta que, si el número de años de uso es igual a la vida útil del producto, el valor residual es cero.

Sin duda, uno de los casos más interesantes de depreciación es la pérdida de valor de un coche o automóvil. Como probablemente sepas, el valor de un automóvil nuevo disminuye bruscamente en cuanto sale del concesionario: ¡los expertos dicen que el valor de un coche disminuye al 91% del valor inicial en el momento en que lo compras! Durante los años siguientes, el valor del coche disminuye, hasta que al cabo de varios años (unos 10 u 11), alcanza un valor de cero. Evidentemente, aún podrás venderlo. Sin embargo, su valor de mercado será muy bajo. Para evitar las molestias de vender un coche usado, hoy día mucha gente prefiere rentar un coche 🇺🇸 en lugar de comprarlo.

Si te interesan los cálculos detallados de la depreciación de un automóvil, no dejes de consultar nuestra calculadora de depreciación de autos. Utiliza un modelo más específico para automóviles.

Nuestra calculadora de depreciación te permite calcular la depreciación anual y determinar el valor de un activo una vez transcurrido cierto tiempo. La depreciación anual se calcula según los tres métodos más utilizados: la depreciación lineal, la depreciación de saldo decreciente y la suma de dígitos.

Para obtener resultados con nuestra calculadora, solo tienes que rellenar cuatro campos:

• Coste original - el valor original del activo (precio de compra).
• Valor residual - cantidad estimada de dinero que valdrá un activo una vez transcurrida su vida útil (normalmente se supone que es igual a cero; para más información, consulta la sección Valor residual y depreciación).
• Vida útil - número estimado de años que es probable que el activo permanezca en servicio.
• Valor contable final tras… - en este campo, debes indicar el número de años tras los cuales te gustaría calcular el valor contable del activo.

Y ya está. En un instante, nuestra calculadora de depreciación calcula las tres variantes de depreciación. Si tienes curiosidad por saber cómo funciona, puedes aprender sobre las fórmulas de depreciación a continuación. Cada fórmula utiliza el mismo conjunto de símbolos:

• $\text{CO}$ es el coste original del activo;
• $\text{VR}$ es el valor residual del activo
• $n$ es la vida útil del activo; y
• $m$ es el número de años transcurridos entre la fecha de compra del activo y la fecha en que quieres venderlo, por lo que se corresponde con el campo Valor contable final tras… de la calculadora.

El modelo de depreciación menos complicado es la depreciación lineal. En este modelo tienes que aplicar la siguiente fórmula de depreciación:

En este modelo, el activo pierde su valor a un ritmo constante. Cada año, el gasto por depreciación es exactamente el mismo. Aunque no es la descripción más exacta de la depreciación, se utiliza a menudo por su sencillez.

Si quieres calcular el valor contable final de tu activo una vez transcurrido un determinado número de años, tienes que utilizar esta ecuación:

Recuerda que no tienes que calcular este valor manualmente: puedes introducir los valores en nuestra calculadora de depreciación lineal y dejar que haga los cálculos por ti.

El segundo modelo que describe la depreciación es la depreciación de saldo decreciente o degresiva. Cada año, el gasto se calcula como un porcentaje del valor contable que tenía el activo el año anterior. Puedes escribirlo como

donde $p$ es la tasa de depreciación expresada en porcentaje. Esta tasa puede calcularse para un activo con una vida útil conocida y un valor residual distinto de cero utilizando:

Nuestra calculadora de depreciación de saldo decreciente también puede averiguar el valor contable final de tu activo una vez transcurrido un cierto número de años. Utiliza la siguiente ecuación:

Este método da resultados mucho más cercanos a la realidad que cuando se utiliza el modelo de depreciación lineal. Aun así, tiene sus límites: el problema más importante de este método es su complejidad.

El último método es un modelo de depreciación acelerada que supone que la depreciación se ralentiza con cada año que pasa. Se conoce como método de suma de los dígitos o SYD por sus siglas en inglés (Sum-of-the-Years-Digits). En lugar de una tasa de depreciación fija, asigna una fracción de los costes totales de depreciación a cada año de la vida útil del activo.

Para utilizar este modelo, tienes que calcular la base de depreciación según la fórmula.

Luego, tienes que dividirlo por la suma de la cantidad de años anteriores a que su valor residual llegue a cero:

El número $(1 + 2 + 3 + \ldots + n)$ es la suma de una [progresión aritmética] finita(calc:509), por lo que puede calcularse como

Tras calcular el valor de $D$, puedes utilizar la siguiente fórmula de depreciación para hallar el gasto anual:

Esto significa que si la vida útil de tu activo es igual a 5 años, durante el primer año, el gasto será igual a $\frac{5}{15}$ de la base de depreciación. Durante el segundo año, será igual a $\frac{4}{15}$ de la base, durante el tercero a $\frac{3}{15}$, etc. Todas estas fracciones deben sumar $1$.

Nuestra calculadora de la suma de los dígitos de los años también puede utilizarse para hallar el valor contable final:

Si utilizas este método, tus gastos de depreciación iniciales serán sustancialmente superiores a los de los años siguientes. Además, ten en cuenta que la mayoría de los sistemas fiscales no permiten utilizar este modelo.