Calculadora de tiempo para enfriar bebidas

Imagínalo, es un caluroso día de verano, llevas una hora disfrutando al aire libre, pero empiezas a tener un poco de sed. Quieres refrescarte. Mientras el sudor corre por tu frente, abres tu bebida favorita y te preparas para refrescarte. ¿Qué puede haber peor que descubrir que tu bebida está tibia? Puedes meter la lata abierta en la nevera o el congelador, pero ¿solucionará algo? Y lo que es más importante, ¿cuánto tiempo tienes que esperar hasta que esté a la temperatura deseada?

Para resolver este duda, hemos diseñado para ti esta calculadora de bebidas frías. No hace falta que vayas corriendo al congelador para comprobar tu bebida; la ciencia te dará la respuesta adecuada.

En este artículo, podrás informarte sobre la temperatura ideal de distintas bebidas y sobre cómo nuestros antepasados enfriaban sus bebidas en el pasado: no se trata de un problema nuevo. Incluso te damos algunos trucos para acelerar el proceso de enfriamiento, aunque no tengas una nevera cerca.

También hemos hecho un vídeo sobre los mejores trucos para enfriar la bebida Míralo aquí:

Lo primero y más importante es averiguar cuál es la temperatura ideal de consumo de las bebidas en cuestión. Sí, sí, sabemos que cuando el sol aprieta en el exterior, a la mayoría de vosotros os gusta calmar la sed con una bebida bien fría. Sin embargo, los científicos han descubierto que la ingesta de bebidas a distintas temperaturas puede cumplir diferentes propósitos. Por ejemplo, los experimentos han demostrado que en un día caluroso y seco, tomar una bebida caliente puede enfriar tu cuerpo mejor que una bebida fría. Pero cuando tu objetivo final es saciar la sed lo más rápidamente posible, como demuestra un estudio reciente, las bebidas frías y carbonatadas pueden ser tu mejor elección. Este hallazgo coincide con otros estudios, que demuestran que la sensación en la boca desempeña un papel crucial a la hora de saciar la sed.

Sin embargo, en este artículo nos basamos sobre todo en los hábitos de consumo que han evolucionado históricamente y que reflejan las cualidades específicas de las distintas bebidas. Debido a sus diversas estructuras químicas, la temperatura a la que disfrutarás más de tu bebida diferirá de una bebida a otra.

• Vinos

  Probablemente no haya otro tipo de bebida en el que la temperatura adecuada sea tan crucial. Como norma general, es mejor servir los vinos blancos y rosados a una temperatura fría, en torno a los 9-13 °C (49-55 °F). Esto hace que la acidez del vino sea más pronunciada, y el vino estará más fresco y tendrá un sabor más ligero. Cuando está demasiado caliente, el alcohol se vuelve dominante, lo que provoca un sabor áspero. Sin embargo, no lo enfríes demasiado: el vino puede perder todo su sabor. Los vinos blancos que contienen mucho azúcar residual, como los vinos de hielo o los Tokaji Aszú, se sirven mejor a 10-12 °C (50-53 °F).

  En cambio, los vinos tintos se sirven mejor a temperatura ambiente. Pero antes de continuar, respondamos a la pregunta: "¿Qué es la temperatura ambiente?" No es, como podrías pensar, el clima de la mayoría de los pisos modernos. La expresión se remonta a la Europa medieval, donde era mucho más difícil controlar la temperatura de una casa. Como consecuencia, nuestros antepasados tenían que soportar una temperatura interior más baja, de unos 15 °C a 18 °C (60 °F a 65 °F). Por cierto, esta temperatura es la que mejor muestra la fragancia de los vinos tintos, al tiempo que pone de manifiesto el sabor equilibrado y afrutado de la uva.

  Los vinos espumosos y el champán son las bebidas que debes conservar más tiempo en el frigorífico si quieres disfrutarlas al máximo. Su temperatura óptima de consumo es de 8-10 °C (47-50 °F), y los vinos espumosos dulces y aromáticos requieren una temperatura de hasta 7 °C (46 °F).

• Cervezas

  Si te imaginas una botella de cerveza en un caluroso día de verano, es posible que la asocies con un refresco superfrío. Sin embargo, según el tipo de cerveza y sus cualidades, la temperatura exacta de servicio puede variar mucho. Como norma básica, ninguna cerveza debe servirse por debajo de 6 °C (42 °F), ya que el frío amortigua su sabor. Aunque puedes disfrutar de una lager a la temperatura más baja (entre 6-9 °C (42 °F y 48 °F)), es mejor beber una ale algo más caliente, alrededor de 7-11 °C (44-52 °F). Si prefieres la stout, ya sabes que la temperatura de bodega es la mejor opción, que ronda los 13 °C (55 °F).

• Refrescos

  La situación es mucho menos complicada con tu refresco o bebida carbonatada favorita: experimentarás todo su sabor a cualquier temperatura. Aun así, Pepsi y Coca-Cola recomiendan beber sus respectivos productos a temperaturas ligeramente distintas: según sus representantes, la primera es mejor a 5.5 °C (42 °F), mientras que la segunda debe beberse a 3.3 °C (38 °F). Probablemente podamos decir que las bebidas carbonatadas se disfrutan mejor a alrededor de 4-5 °C (40 °F).

• Agua

  El jurado sigue deliberando en lo que respecta al agua: tu cuerpo puede beneficiarse de diferentes temperaturas según tus gustos y circunstancias. Puesto que el fin último de la ingesta de agua es la búsqueda de la hidratación, en esta calculadora hemos considerado la temperatura a la que más cumple esta función. En consecuencia, los estudios sugieren que puedes alcanzar el nivel óptimo de hidratación si ingieres el agua a unos 16 °C (61 °F). Aun así, como hemos mencionado, otros estudios implican que el agua fría y carbonatada es una mejor elección cuando pretendes saciar tu sed.

• Jugos y zumos

  Efectivamente, los zumos se sirven mejor fríos. Aun así, es mejor no enfriarlos por debajo de 12 °C (54 °F), ya que pueden perder su dulce sabor afrutado. La temperatura perfecta para los zumos está entre 12-15 °C ( 54 °F - 59 °F).

• Licores

  Aunque algunos licores, como el brandy o el whisky, se experimentan mejor cerca de la temperatura ambiente, algunos tipos se consumen tradicionalmente fríos. Como habrás adivinado, estos son el vodka y la ginebra. Al enfriarlos, se vuelven un poco viscosos, lo que ayuda a enmascarar algunas de sus asperezas alcohólicas. Además, los licores de crema deben guardarse en la nevera, ya que el frío puede equilibrar el alto contenido de azúcar que suelen tener. Aun así, es mejor que no guardes vodka o ginebra de buena calidad en el congelador, o perderás todo su sabor. La mejor temperatura para servirlos es de 0-4 °C (32-39 °F).

A pesar de las apariencias, esta calculadora no funciona con magia. En su lugar, utiliza un recurso mucho más potente: ¡la física! Esta calculadora es una versión fácil de usar de nuestra propia calculadora de la ley de enfriamiento de Newton, modificada para incluir los valores técnicos de las combinaciones más habituales de recipientes y bebidas.

Ley de enfriamiento de Newton:

T = T_ambiente + (T_inicial - T_ambiente) × exp(- k × t)

que, resolviendo para el tiempo (t), transformamos en

t = -ln[(T - T_ambiente)/(T_inicial-T_ambiente)]/k

donde:

• T [K]- Temperatura del objeto en el tiempo t;
• T_ambiente [K] - Temperatura ambiente;
• T_inicial [K] - Temperatura inicial del objeto;
• t [s] - Tiempo de enfriamiento;
• k [1/s] - Coeficiente de enfriamiento.

El coeficiente de enfriamiento es igual a:

k = h × A / C

donde:

• k [1/s] - Coeficiente de enfriamiento;
• h [W/(m²-K)] - Coeficiente de transferencia de calor;
• A [m²] - Área de intercambio de calor;
• C [J/K] - Capacidad calorífica.

Como ocurre con la mayoría de las formas de física aplicada, se hicieron varias aproximaciones, pero confiamos en que los resultados funcionen con bastante precisión en el Mundo Real™ (y no sólo en el vacío con recipientes esféricos).

Como hemos dicho, la calculadora de bebidas frías pretende calcular el tiempo que necesita una bebida en el frigorífico (u otro lugar fresco) para alcanzar su temperatura óptima de consumo. Sin embargo, con el objetivo de ofrecer un servicio más completo, hemos diseñado la plataforma de forma que puedas elegir otras temperaturas predefinidas, ¡o incluso establecer tú mismo la temperatura deseada!

1. ¿Qué quieres enfriar?

Para empezar el cálculo, tienes que elegir una de las bebidas comentadas en el apartado anterior.

2. Botella/recipiente

Necesitarás especificar el tamaño de la botella (es decir, su volumen), ya que esto también afecta al proceso de enfriamiento.

3. ¿Dónde estaba la bebida?

El siguiente factor importante es la temperatura inicial de tu bebida. Puedes elegir entre tres condiciones por defecto, o puedes establecerla tú mismo.

4. ¿Dónde has puesto la bebida?

Aquí debes seleccionar el lugar donde quieres enfriar tu bebida. Ten en cuenta que la temperatura de este lugar debe ser más fría que la temperatura inicial y la óptima de tu bebida.

5. Temperatura deseada

Por defecto, la temperatura deseada es la temperatura óptima de la bebida, definida en el apartado anterior. Esto es sólo un valor por defecto; sin embargo, ¡puedes personalizar la temperatura deseada para adaptarla a tus necesidades de refresco!

Tras establecer las especificaciones anteriores, obtendrás inmediatamente el tiempo que necesita tu bebida para alcanzar la temperatura deseada. También hemos diseñado para ti un gráfico dinámico, para que puedas ver cómo cambia la temperatura de tu bebida con el tiempo. Esto es útil si eres demasiado impaciente para esperar a que tu bebida se enfríe del todo y quieres comprobar rápidamente cuál será la temperatura de tus bebidas al cabo de un tiempo determinado.

Aunque el frigorífico mecánico es un invento relativamente nuevo, la historia de la refrigeración de bebidas no empieza ahí. Las civilizaciones antiguas, como la griega, la romana y la china, cortaban y almacenaban hielo que luego añadían a sus refrescos. En otros lugares, donde escaseaba el hielo, la gente guardaba agua en recipientes de arcilla porosa que funcionaban como refrigeradores evaporativos naturales.

Sorprendentemente, el principal instrumento de refrigeración siguió siendo el hielo natural hasta hace poco, pero su uso se limitaba sobre todo a la élite de las sociedades. Hasta el siglo XVIII, las bebidas heladas no estuvieron al alcance del gran público. Aún así, la verdadera demanda no apareció hasta mediados del siglo XIX.

Fue por entonces cuando apareció un empresario estadounidense, Frederic "Ice King" Tudor. Tudor, que ya era una influyente figura de la industria del hielo, decidió lanzar una empresa a escala mundial para promocionar sus crecientes ventas de hielo. Así fue como Estados Unidos se sintió cada vez más fascinado por las bebidas heladas y, a finales del siglo XIX, los habitantes de la mayoría de las ciudades estadounidenses utilizaban las bebidas heladas como principal medio de refresco. Sin embargo, el hielo natural requería una sofisticada línea de suministro, lo que lo hacía relativamente caro. Este coste impulsó el desarrollo de las neveras mecánicas que surgieron a mediados del siglo XIX. El hecho de que uno de los primeros frigoríficos modernos se anunciara como enfría una botella de champán en diez minutos ilustra el fuerte deseo humano de bebidas frías.

Al principio, los frigoríficos mecánicos eran enormes y sólo se utilizaban en la industria. Los frigoríficos domésticos solían ser simples cajas de hielo de espacio y eficacia limitados. En la década de 1920, gracias a los acelerados avances tecnológicos, los frigoríficos mecánicos se hicieron más pequeños y asequibles, con lo que la refrigeración se convirtió en algo habitual y fácilmente accesible para la mayoría de los hogares.

Si tienes prisa por enfriar tu bebida, o tienes que ocuparte de muchas bebidas, puedes utilizar algunos de estos trucos para acelerar el proceso de enfriamiento:

• Papel mojado alrededor de la botella

  Puedes combinar varios tipos de técnicas para acelerar el procedimiento. Una opción puede ser envolver la botella con una toalla de papel húmeda antes de meterla en la nevera o el congelador. La baja temperatura del frigorífico provoca un proceso de evaporación acelerado, lo que significa que el agua de la toalla de papel elimina la energía de la botella aún más rápido, creando un enfriamiento adicional.

• Baño de agua salada y hielo

  Si no tienes sitio en el frigorífico, pero tienes cubitos de hielo a mano, puedes crear tu propia nevera llenando un cuenco o barreño grande con hielo, agua y sal (alrededor de una taza por cada 1.3 kg de hielo). La sal disuelta reduce el punto de congelación del agua, por lo que las moléculas de agua se transforman en cristales de hielo a una temperatura más baja. De este modo, más cubitos de hielo se convierten en líquido, y esta transformación de estado hace que las botellas alcancen una temperatura más baja que de otro modo.

• Hielo seco

  Una excelente alternativa al hielo hecho de agua es el hielo seco. El hielo seco es dióxido de carbono sólido (CO₂), lo que significa que no se funde en líquido, sino que se transforma en gas.

• Aísla tus bebidas

  Los calurosos días de verano suelen hacer que tu bebida fría se caliente rápidamente. Para evitar (o al menos ralentizar) este proceso, puedes cubrir la botella con un material que la aísle de la temperatura exterior. Tienes muchas opciones en cuanto a aislantes, algo hecho de espuma o incluso una tela o papel de periódico servirán. Otra opción es verter la bebida en un recipiente aislante (¡donde también puedes echar unos cubitos de hielo!)

• Textil húmedo sin nevera

  Si estás en algún lugar fuera de casa y no tienes acceso a una nevera, puedes enfriar tu bebida con este práctico truco. Tienes que coger un textil, preferiblemente de algodón, mojarlo y luego cubrir tu recipiente con él. Se producirá el mecanismo de evaporación que hemos mencionado antes, enfriando tu bebida al cabo de un tiempo.

• Busca un lugar naturalmente frío

  Otra opción cuando estés en el campo es encontrar un lugar que esté más frío que el aire. Los posibles candidatos son ríos, lagos, arroyos o cualquier agua que esté un poco a la sombra.

• Definir la temperatura óptima

  La temperatura óptima para una bebida concreta puede ser distinta de la establecida en esta calculadora debido a las costumbres locales, las preferencias personales o las cualidades específicas de la bebida. Por brevedad, nos hemos centrado únicamente en las bebidas más populares y sus temperaturas típicas. Si quieres saber qué nos ha llevado a estas cifras, consulta los documentos de referencia que figuran a continuación, donde encontrarás información más detallada.

• Precisión computacional

  La estimación que realiza esta calculadora sólo debe tomarse como una guía aproximada; su precisión puede verse afectada por valores de entrada imperfectos y por circunstancias externas no incorporadas en el proceso de cálculo. Por ejemplo, el número de botellas puede afectar a la capacidad del frigorífico, o una ligera desviación en la densidad o el contenido de alcohol de una bebida puede afectar al proceso de enfriamiento.

• Consumo responsable de alcohol

  Para cualquier bebida alcohólica, bebe siempre de forma responsable y recuerda mantenerte hidratado, sobre todo cuando haga calor y estés al sol. Aunque las cervezas normales tienen un contenido de alcohol relativamente bajo y suelen consumirse en mayores cantidades que, por ejemplo, el vodka, siguen deshidratando tu cuerpo. En consecuencia, recuerda siempre beber suficiente agua o bebidas no alcohólicas.

Antes de irte, consulta nuestras otras herramientas que pueden ayudarte en la cocina, como la calculadora de libras a tazas 🇺🇸, la calculadora de ml a gramos, o la calculadora de gramos a tazas.

• Peavitt, Helen - Frigorífico - La historia del frío en la cocina (2017) Reaktion Books

• Rees, Jonathan - Refrigeration Nation - A History of Ice, Appliances, and Enterprise in America (2014) Johns Hopkins University Press

• Asociación Internacional de Agua Embotellada

• Transferencia de calor por evaporación

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• Temperatura de servicio del vino

Las bebidas enlatadas pueden enfriarse rápidamente metiéndolas en el congelador. Aunque ésta es la opción obvia, si crees que tienes aún menos tiempo, puedes utilizar algunos trucos:

• Pon la bebida en un cuenco de agua helada espolvoreada con sal.
• Envuelve la bebida en una toalla de papel húmeda y métela en el congelador. El agua de la toalla de papel se convierte en hielo más rápidamente, con lo que la lata se enfría más deprisa.

Tu mejor opción para enfriar un zumo rápidamente sería colocarlo en el congelador. Puedes hacerlo al principio del día, antes de prepararte para ir al colegio. Para asegurarte de que la bebida se mantiene fría hasta que te la bebas, aíslala con papel de periódico viejo. Garantizará el mantenimiento de la temperatura durante más tiempo.

Siendo optimistas, 2 minutos en el congelador enfriarán una botella de vino tinto. Si tienes una botella de vidrio normal de vino tinto, querrás beberlo a su temperatura óptima de servicio, 16 °C / 61 °F, pero tienes que tener en cuenta la temperatura del vino antes de meterlo en el congelador. Si estuviera a temperatura ambiente (15-18 °C), bastarían 2 minutos.

No hay duda de que tu refresco favorito sabe mejor a una temperatura más fría. Sin embargo, puedes disfrutar de todo su sabor a cualquier temperatura. Aunque todos tenéis vuestras preferencias de temperatura, los fabricantes de bebidas tienen sugerencias propias.
Pepsi recomienda disfrutar de sus respectivos productos a 5.5 °C (42 °F), mientras que Coca-Cola sugiere 3.3 °C (38 °F)